Haz lo que yo y no lo que yo
Me aconseja y tiene todos los dientes manchados
Me aconseja y se fuma dos paquetes por día
Me aconseja y come hamburguesas, huevos fritos, papas fritas
Me aconseja, pero el vino en la mesa
Me aconseja, va al templo para curar
Me aconseja, se persigna para curar
Me aconsejan y siguen maltratando a sus hijos
Me aconseja y claro ahora es un anciano simpaticón
Me aconseja y se olvidó de pagar las deudas
Me aconseja y siempre primero otro
(ya lo dijo el servidor: a vos no tienen que comprarte)
Me aconseja y no para de comer
Me aconseja y los porros del amanecer al anochecer
sin prisa y sin pausa, ido
Me aconseja y jamás una atención
Me aconseja y siempre tiene un rollo, jamás escucha
Me dice que su amor, que su mamá, que su papá, que nada y todo,
jamás pregunta, desaparece hasta su próximo problema
Me dice que su amor tiembla y que lo desespera,
y sin embargo las instantáneas de amor inundan las redes
Me dice que hagamos esto o aquello y luego brilla por su ausencia
Me dice que aprovechemos el día y se levanta a las mil
Regala una montaña de grafitis positivos y no habla con su familia
Regala un sinfín de caras de amor y no habla con sus amigos
Regala invitaciones y nunca atiende el portero
Regala promesas y fantasías
Regala frases y revoluciones
Siempre escapa, siempre se escapa del compromiso de la ocasión
Siempre se fuga en misteriosos cuentos y se aferra a los peores
fantasmas de su pasado
para volver a caer no despegar nunca jamás
Siempre se esconde en su caparazón aunque te mande señales de que hay
que avanzar
Nunca afronta nada
Nunca juega el juego
Nunca una caricia al escuchar o una palmada de entender
Nunca siempre siempre nunca
Siempre es nunca, o casi
Diego TL
img: Sebastián Scott